Ya estamos cansados de que nuestros políticos vayan
postergando las fechas en las que se irán viendo mejoras en el empleo y en la
vida ciudadana. Sobre todo, nos cansa la ambigüedad con la que se refieren a
estos temas y al enorme margen de error que se permiten. Mientras tanto,
suben la luz, congelan los salarios, no
revalorizan las pensiones y, como favor, no tocarán el IVA. En definitiva, nos
empobrecen.
Pero como parece que este año tiene que ser el del
resurgimiento a cualquier precio, insistimos en el crédito que hipotecará un
poco más a España y a los españoles. No en el crédito para empresas o autónomos
( no digamos para las personas físicas), esos están parados, con el freno de
mano echado y con calzos en las ruedas; hablamos del endeudamiento del
Gobierno. Sin ir más lejos, parece que en el ayuntamiento de nuestro pueblo se
ha subido el presupuesto de 13 a 20 millones de euros y se ha pedido un crédito
de cuatro millones y medio. Y francamente, bastante tenemos los ciudadanos de a
pie con hacer frente a nuestros propios problemas, como para que los que ellos
originan repercutan en nuestra ya mermada economía.
Aquí, en Manzanares, se decía por parte de los que ahora nos
gobiernan, que llevarían el ayuntamiento como si se tratara de una empresa… Creo
que no. Ni lo han conseguido ni se puede hacer. Primero porque no tienen nada que ver los
fines de uno y otras, pues mientras la empresa está creada con ánimo de lucro,
la gestión municipal (a no ser que los que gobiernan pretendieran lucrarse) se basa
en otros parámetros de corte social.
Segundo porque ninguna empresa puede permitirse adaptar ingresos a gastos en
función de impuestos y subidas de tasas como hacen los ayuntamientos y el
gobierno central. En la empresa, hablo de pequeñas empresas-si tienes comes y
si no ayunas.
La conclusión es que iniciamos el 2014 con la misma
incertidumbre con que terminamos el 2013. Se rumorean despidos masivos en SACYR
VALLEHERMOSO y no parece haber síntomas
de recuperación al menos en los bolsillos de los más débiles económicamente
hablando. Y el caso es que parece que hasta los menos capacitados en asuntos
económicos, consideran que es de cajón cambiar la política económica y en lugar
de subir impuestos, bajarlos para recaudar más. Como en las rebajas de cualquier
empresa, vaya. No asfixiar a la gente que ya está con el agua al cuello y
dejarse de hipocresías que en nada repercuten
en los salarios de nuestros
políticos.
Pero como aún es tiempo de pedir algo a los Reyes Magos, yo
les voy a pedir que iluminen a nuestros gobernantes para que le hagan caso a
los asesores de todo tipo que gravitan a su alrededor. A lo mejor alguno tiene
el remedio…