Quiero relataros una historia;
pero no tengo elementos suficientes para dar coherencia a la trama, ni
argumentos para darle credibilidad. Más que historia es una revelación, un
sueño utópico que nadie creerá; es más, muchos habrá que lo tachen de disparate.
Otros intuirán en la lógica simplista de mi narración, algo así como un
ejercicio espiritual, una búsqueda errónea, un desajuste total en los esquemas
que conforman mi raciocinio.
De hecho, no me aventuraría en
esta empresa si no sintiera la imperiosa sensación de obligatoriedad que emana
de mi sueño. El porqué he sido yo el elegido para dar forma a esta visión es
algo que escapa a toda explicación lógica. Quizá sea porque mi mente está en
relación directa con el origen, o dicho de otro modo: mi búsqueda es un salto
en el vacío hacia una plenitud que intuyo tan simple como impresionante.
El hombre, ese ser curioso que
puebla la Tierra, siempre ha estado a vueltas con el porqué de la existencia,
con el fin para el que ha sido creado, con la inmortalidad que su ego necesita.
Y se ha creado explicaciones para todos los gustos y dioses de todos los
estilos y formas de vida después de la muerte por las que el padecimiento y la
enfermedad, la vejez o el debilitamiento y todas cuantas miserias configuran la
existencia tuvieran un fin digno de ser vivido. Solo que el hombre ha buscado
siempre en las alturas, en lo abstracto, en lo inalcanzable. Como si fuera
preciso elevarse de la tierra para entender el misterio.
Yo no voy a descubrir ese
misterio, de momento no es mi cometido. A mí solo se me ha ordenado que haga un
somero esbozo de lo que estamos buscando lejos de nosotros desde el principio
de los tiempos. Otros vendrán detrás que darán forma a esta revelación y
desarrollarán la doctrina necesaria para su entendimiento y divulgación a todos
los niveles. Pero eso será cuando la civilización que entonces pueble la tierra
esté concienciada y preparada para afrontar este cambio.
Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx...
Debo dejar constancia de que en
este punto se ha borrado una línea de pensamiento que no debería ser el
correcto. Y no ha sido por ningún efecto sobrenatural, sino porque he escrito
sobre esa primera línea otra que ha borrado los caracteres anteriores , dándome
a entender con ello que estaba desviándome del tema.
Si alguna cosa os resultara
extraña, pensad que es debido a que la traducción no es literal. Se me ha dado
una certeza y se me ha dejado solo. Por tanto debo indagar, imaginar, aventurar
todo aquello que escape a mis posibilidades. Claro que tengo el precedente de
que en otros ensayos, a estas lagunas se las ha llamado misterios y la única
llave de acceso hacia ellas es la Fe.
No os pediré que tengáis fe en
lo que digo; solo que lo que digo es tan cierto como el sol que nos alumbra ,
como la tierra que nos acoge, como la noche que nos envuelve.
Todo lo que nos define, lo que
nos da carácter, lo que nos hace creernos superiores al resto de las especies
que nos acompañan; todo el entramado por el que nuestro cerebro llega a sentir,
a gozar, a sufrir, a recordar, a amar, a pensar; todas las sensaciones,
ilusiones, fracasos, egoísmos, angustias, fantasías, dudas, cavilaciones; toda
la metamorfosis que se produce en nuestro cerebro (evolución la llamaron en mi
sueño) , no son sino los humores de una naturaleza imponente; los efectos de la
convulsión interna de una poderosa mente
a la que llamamos Planeta Tierra.
Es decir: La Tierra es un ser
inteligente que a lo largo de millones de años ha ido conformando su naturaleza
y autoregulando sus necesidades; es el único ser cuyo pensamiento es original;
el único capaz de crear formas de vida que subsisten durante breves espacios de
tiempo según a el/ella le conviene, pues en su perfecta concepción está dotada de ambas
sensibilidades ; su alimento esencial son los cadáveres que produce incesante
para satisfacer su voracidad insaciable.
Ya sé, que a estas alturas de mi
relato alguien habrá utilizado la palabra "loco"; pero cuidado es
otra trampa más: La confusión; su arma más sofisticada para que nadie sepa como
piensa o cual será su reacción. No os confundáis, somos su despensa; nos engorda
y luego nos devora. )Vampiros? Solo hay un vampiro:
Enorme, monstruoso, omnipotente, eterno, inalcanzable. Es la Tierra.
Puedo aseguraros que no es este
mi estilo de narración. De hecho no soy narrador, sino poeta. Siento una enorme
presión en la cabeza como si alguna fuerza oculta intentase aplastarla para
evitar que sea el vehículo por el que otra mente , antagónica al criterio con
el que actúa la Tierra- ) Quién podrá ser ? - trata de alertarnos.
Estas fueron sus palabras de presentación:
Yo soy fruto de la conspiración
de mil fantasmas
de una intensa marea aún en
desarrollo
de un parto a contratiempo de la
vida.
Indescifrable. ) No les parece ?.
Noto la tensión de las dos
fuerzas sobre mi ser; la densidad de su ira; la silenciosa lucha de sus mentes.
Tengo que dejar de escribir ( Socorr...!.
Han pasado dos semanas en las
que no me he atrevido a seguir con mi relato. Aquella noche ( siempre escribo
de noche) perdí el conocimiento y mi cabeza cayó sobre el teclado del
ordenador. Al despertar pude leer esta frase que les juro que yo no escribí: ((( NO SIGAS !!!
No somos ni más ni menos que los
servidores de un amo egoísta y caprichoso. El reflejo de un cerebro portentoso
que es capaz de crear a voluntad formas de vida que aún pareciendo
independientes dependen de él y solo a él sirven , aún inconscientemente. En
qué laboratorio se preparan las pócimas para la creación de estos organismos
menores y qué parte de su prodigioso cerebro se dedica a la alquimia es el
secreto más celosamente guardado por este ser maquiavélico. Dragones de fuego,
monstruos de siete cabezas, laberintos inescrutables, espejismos, metamorfosis,
magia blanca magia negra, hipnotismo...Son algunas de las incontables defensas
de que dispone este ser abominable cuya panza ha llegado a ser tan descomunal
que ha anulado al resto de sus órganos externos.
Por qué tenemos cerebro,
inteligencia, voluntad, memoria, sentidos, autonomía, libre albedrío...Es otra
de sus armas, quizá la más portentosa, pues al ser creados con los componentes
de su propio organismo no ha podido evitar transmitirnos parte de sus
capacidades y las enmascara haciéndonos
creer poderosos, sabios, fuertes... mezclando en nosotros sensaciones
incontroladadas que no nos permiten ver con claridad su juego fantástico.
Fijaos bien en la transmisión de
las formas de vida que conocemos: el polen necesita del viento para fecundar el
m...mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm... alguien quiere
que pierda el hilo, pero tengo que contar esta...revela...aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...
(AGGGGGGG!.
Siento verdadero terror a
sentarme de nuevo ante el teclado del ordenador; el rectángulo negro de la
pantalla semeja una sima que va engullendo mis palabras; aún no he podido
sobreponerme al intento de estrangulamiento que padecí hace varios días; el
porqué no acabaron conmigo es un misterio; debió salvarme la mente aliada
porque necesita de mí para su propósito, solo sé que desperté del
desvanecimiento con un intenso dolor en el cuello. Confieso que no soy
valiente, otro susto como estos y mi corazón dejará de latir. )Porqué sigo entonces?; )porqué esta obsesión en ser fiel
a la especie de mandato que emana de mi sueño?.
Existen claros indicios de que
somos un subgénero que a nuestro creador le conviene aguantar, de momento;
fijaos bien lo que ocurrió con los dinosaurios. Y no estamos seguros de que
antes de ellos no existieran otras especies. Pero al fin, después de muchos
ensayos ( fuerza, agilidad, volumen...) consiguió crear un ser no demasiado
fuerte, ni demasiado grande, capaz de
almacenar todos los componentes químicos necesarios para desarrollar una
pequeña inteligencia. Un nuevo experimento con el que, si algo no fallaba
podría gozar de servidores eternamente.
Quiero hacer un pequeño paréntesis aunque no sé si
el orden es el correcto. Siempre se ha hablado de Dios como creador de un ser
modelado en barro al que infundió su espíritu. Ha sido, hasta ahora, la
definición más aproximada a una realidad que la ciencia no es capaz de
sustituir. Pero el barro, por sí solo no produce reacciones en cadena; ni en
cadena ni de ningún tipo. Son los componentes químicos, líquidos, minerales...
los que, mezclados sabiamente han conseguido dar identidad al ser llamado,
erróneamente, humano, pues el verdadero nombre ( puesto ya en boca de los
posibles marcianos en los cuentos de ciencia ficción) es el de
"terrícolas", es decir: compuestos de tierra.
Es , tal vez, nuestro empeño en
definirnos, en ubicarnos, en buscar un origen que nos eleve o un final que nos
libere de esta sensación inocua y limitada, la artimaña mejor urdida para
hacernos dar vueltas sobre el mismo rodal y mantenernos en una libertad
esclavizada.
Todos hemos sentido en más o
menos ocasiones esa sensación de dependencia, esa falta de libertad, esa necesidad
de espandirnos, de escapar a nuestras propias limitaciones. Y hemos dado por
bueno que nuestra vida será gozosa una vez traspasado el umbral de la Muerte; o
que nos reencarnaremos en nuevas formas; o que seremos los felices moradores
del paraíso terrenal, hasta el extremo de crear religiones y sectas fanáticas
llenas de leyes y preceptos que nos conducirán a buen puerto en caso de
seguirlos.
La carcajada terrorífica del
monstruo, produce un terremoto de enormes magnitudes. Y miles de personas son
engullidas en un inimaginable banquete incapaz de saciar una voracidad sin
límites. No hay cielo ni infierno para esos miles de cuerpos inertes. Solo son
pasto de los minúsculos aliados del gigante que volverán a dar a la materia de
la que estamos compuestos su exacta dimensión :"Polvo al polvo".
Nuestros átomos volverán a integrarse en
la marea común y la armonía será completa.
Porque la Tierra, a la que en
todo somos semejantes, es un ser la mayoría de las veces armónico que pasa su
eternidad componiendo las más bellas sinfonías, esculpiendo las más
sorprendentes imágenes, creando incesantes policromías. Y todo ello, hecho con
la infinita paciencia de quien se sabe dueña del tiempo; retocando sin cesar su
obra, matizando su música, mezclando sus tinturas hasta el éxtasis.
) Para qué nos necesita
entonces?.Puede que sea para satisfacer su ego, para sentirse admirada. Nuestro
aplauso la hace feliz ; lo necesita aunque esté por encima de nosotros. Es
vanidosa ( y me atrevo a aplicarle el femenino porque es sin duda el sexo más
creativo y fecundo) hasta el extremo de creerse única.
Hay, en torno a mí, un silencio
denso. Nada extraño se manifiesta; nada hostil me perturba. Como si hubiera
conseguido adentrarme en ese todo armónico del que también yo formo parte .
Estoy llegando al conocimiento, traspasando por tanto las barreras hostiles ; a
la comunicación; al entendimiento. Creo que mi misión no es antagónica y que
quien me la revela forma parte de la misma naturaleza; creo que el mensaje es claro
:Nada va a prevalecerme, pero todos junto a mí, gozareis de la eternidad.
(Era otro truco!. Resulta que la
pérfida me estaba embaucando, adormeciendo mis sentidos; anulando mi espíritu;
aturdiéndome con sus cantos de sirena. (Ah malvada, malvada!. ( No conseguirás tu propósito!.
Un mar de duda , ninguna certeza
. Estoy como siempre, como antes del sueño revelador; creo que el sueño se va
desvaneciendo a medida que mi cerebro se va sintiendo presionado. ) A quién creer? , ) cual de estas mentes será sincera
?. Ambas son poderosas, las siento; utilizan toda clase de trucos para
convencerme de lo que ellas quieren que piense; se presentan las dos con
disfraz de cordero, ladinamente, tratando de ganar mi voluntad.
Renuncio. ) Debo renunciar ?. A fin de cuentas,
aunque yo llegara a una conclusión definitiva, no me íbais a creer. Uno de
nuestros mayores sometimientos es estar convencidos de que es nuestra verdad la
única coherente.
Pero el mensaje es claro :
Nuestro ciclo vital es un proyecto más en experimentación y el proceso está
llegando a su fase final. Es posible que regresemos a los átomos y seamos
reciclados en un nuevo intento del viejo alquimista por controlar sus turbios
impulsos ; es posible que esta maraña de sensaciones que hemos vivido sirva
para corregir las fórmulas químicas que darán lugar a un mejor producto ; es
posible que una vez descubierta la sustancia que origina el caos en el que
estamos inmersos, sea eliminada durante un nuevo proceso geológico y surja,
nuevamente el paraíso. Era tal la armonía del principio, la quietud y el
silencio , que la Tierra, embriagada de su propia dicha quiso sentirse amada y
se deshizo en formas y mezcló sus esencias en su enorme perol. Desde aquél
preciso momento no ha dejado de intentar conseguir su sueño ; no en vano , sólo
es un ser a nuestra imagen y semejanza.