Entradas populares

viernes, 20 de julio de 2018

DE MULAS Y OTROS CARGOS

Estoy haciendo un soneto a la mula como homenaje  a ese noble animal que durante una larga etapa fue el baluarte en  el que los campesinos se apoyaron para hacer su trabajo más eficiente y productivo. La mula era el tractor de la época. Lo mismo araba, que tiraba del carro, que daba vueltas en torno a la noria, que trillaba… pocas faenas se podían hacer sin su colaboración y su energía. Y todo ello por un poco de paja y cebada. Y lo peor del caso es que era tratada como una bestia,  a base de latigazos y malos modos. No creo que haya tenido muchos reconocimientos a lo largo de la historia. Desconozco si algún monumento la recuerda. Poemas he visto pocos. Y prácticamente desparecieron cuando la maquinaria vino a sustituirlas.

Creo que alguna podría haber sido una buena ministra de trabajo, porque de trabajo sabían bastante y, visto lo visto, es preferible la práctica a la teoría. No quiero que se malinterprete la metáfora, es decir, no quiero llamar mula a ningún ministro, sí quiero que se entienda que a los ministerios o a los puestos de responsabilidad no se debería llegar a dedo y que la dirección debería  darse a una persona con la adecuada preparación e independientemente del equilibrio sexista.

 Últimamente, se está pretendiendo dar una imagen de progreso con la paridad y el nombramiento de personas más o menos relevantes en las distintas ramas del saber. Pero es que no consiste en que los nominados sean personajes mediáticos, que, a lo mejor y además,  gozan de conocimientos adecuados. Se trata de encontrar a la persona idónea entre el elenco de posibles y eso nunca puede hacerse arbitrariamente.

No es cuestión de entrar en los dimes y diretes que ahora, con el nombramiento del Director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, están saliendo a la luz, entre otras cosas, porque a mí me parece un gran poeta y porque lo he oído en alguna conferencia y me han parecido interesantes sus reflexiones.  Sin embargo se dicen cosas de él como que no es excesivamente honrado a la hora de otorgar premios y que en igualdad de condiciones, prefiere dárselo a un amigo. Que no sería grave si el amigo es buen poeta, pero ¿Cómo se sabe quién es el amigo si el sistema de plicas con los que se participa en los concursos debe garantizar el anonimato? Por otra parte, imagino que habrá muchos intelectuales preparados para ese cargo. ¿Cuál es la razón para que haya sido precisamente éste el elegido?

Pedro Duque, una leyenda en España por aquello de su viaje espacial, podría ser un buen Ministro de Ciencia, pero hasta ahora sólo ha demostrado que puede ser astronauta y  parece que gracias a la enseñanza privada. Maxim Huerta, ese fugaz Ministro de Cultura al que aún  no he tenido el gusto de leer, no ha tenido siquiera la oportunidad de demostrar su valía. Y así sucesivamente…

Pero es que, las personas dedicadas a la política, deberían ser, por encima de todo y además de los conocimientos necesarios para el cargo a desarrollar, políticos. Teniendo en cuenta que el político al que yo me refiero debe tener  vocación de servicio, talante y capacidad de negociación, generosa entrega y sobre todo, honradez. Y no cabe duda tiene que haber gente así entre todos los españoles. Pero como en todas partes ocurre, por desgracia, “ni son todos los que están ni están todos los que son”.

En fin, me vuelvo a mi mula. Es difícil hacer un soneto  de modo genérico sobre un animal de carga que no tiene la emoción de ser competitivo. Por ejemplo un caballo ganador, un toro indultado, un perro equilibrista… La mula sólo ha sido un instrumento y como tal ha sido utilizada. Así que voy a esforzarme en ese soneto de agradecimiento. Si soy capaz de conseguirlo, lo colgaré en mi muro.