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domingo, 15 de febrero de 2015

RECORDANDO A ANTONIO INIESTA

Lloré al nacer y en esta coyuntura,
lloré a la vida que me recibía,
y más tarde lloré con alegría
al sentir el amor y su hermosura.

Y digo que lloré con amargura
cuando supuse que el amor me hería,
y esa lágrima herida, todavía,
se escapa de mis ojos y supura.

Después el duende amargo de la vida
me dibujó en la cara lagrimales,
que dejaron mi risa derretida.

Y todavía queda recluida
la lágrima que espera en mis eriales,
por si encuentra al dolor en su salida.

Así comienza el libro " Algo más que una lágrima" con el que Antonio Iniesta ofrece la segunda entrega de sus poemas. Y digo ofrece porque de forma generosa y altruista se ha costeado esta hermosa edición con el único fin de regalarla a sus amigos. No persigue oropeles ; se niega rotundamente a hacer un acto de presentación de este hermoso poemario , no quiere protagonismo. Este hombre sabe -después de una vida larga y fecunda- que no hay nada como la propia satisfacción detrás de cada obra. Su sencillez y su modestia, manifiesta en tantas ocasiones y cúmulo de críticas hacia el propio autor - a veces, cuando no hay nada que criticar se critica hasta lo bueno- han sido una constante en su vida. Lo que para muchos ha sido comercializar su pintura , no ha sido otra cosa que ofrecer a todo el mundo la posibilidad de tener un cuadro suyo , o , en este caso, un libro de poemas.
Es cierto. Antonio Iniesta tiene nombre y calidad como para cotizarse muy alto- no voy a descubrir ahora sus excelencias-; pero su humanidad y su cercanía solo aspiran al único pago que no se hace en papel emitido por el Banco de España : el reconocimiento. En este libro, algo más que una lágrima , descubrimos al poeta, al místico . al hombre de fe por encima de todas las adversidades. No ambiciona nada, no pretende nada ; solo entrega, de forma magnánima, su alma hecha jirones. Y es hermosa su alma y sus rincones ; esos rincones donde acumula versos endecasílabos hasta la saciedad ; ese venero por el que llegan hasta su mente palabras de amor y de esperanza en hermosos sonetos o en bien rimados romances.
Antonio Iniesta, que ya consiguiera un galardón de la Asociación Cultural Quijote 2000 de Ciudad Real por unos sonetos a Don Quijote, nos deja hoy constancia de su buen hacer como poeta, de su fecundidad intacta y de sus deseos de seguir haciendo aquello para lo que está especialmente concebido : Seguir creando belleza.