Entradas populares

lunes, 1 de junio de 2015

ESE SUEÑO LLAMADO LIBERTAD.

      Seréis libres, en verdad, no cuando en vuestros días desaparezca la preocupación y en vuestras noches no haya un deseo ni un dolor, sino más bien, cuando todo aquello aprisione vuestra vida y seáis capaces de elevaros sobre ello, desnudos y sin trabas.

Gibran Khalil Gibran





I

Cuántas veces buscaba tu nombre entre mi llanto
cansado por el peso de mis cargas vitales.
Cuántas veces, buscando salidas a mis males
he gritado tu nombre pidiendo un adelanto

de ese tiempo de dicha que imaginaba tanto,
que acaso comparaba con gozos eternales.
Cuántas horas pasadas detrás de los cristales
buscando no sé dónde, soñando no sé cuánto.

Pero nunca encontraba la respuesta precisa,
y el color de tu nombre no acertaba el sendero
por el que iba mi empeño pregonándote en vano.

Ahora sé que no estabas, que enredado en mi prisa,
te hice viva en mi mente como ingenuo alfarero
que buscara en el barro la ilusión de su mano.


II

Tan sólo una palabra, Libertad, es tu nombre,
-nada existe en la vida que rompa sus esquemas-
tan sólo una palabra hilvanando teoremas
que siempre se pronuncian huérfanos de pronombre.


Mi libertad, paloma que nunca intenta el vuelo,
que prefiere el cobijo del viejo campanario,
que busca entre las sombras el brillo de un denario
y nunca se remonta al sur de un nuevo cielo.

Decir tu nombre es todo lo que le cabe al alma,
soñarte en carne vive cuando el dolor escuece,
buscarte entre las sombras de la última derrota.

Mientras te vas perdiendo como la tarde en calma
como la nube densa que en su fragor decrece
como la vida misma cuando se siente rota.



III

Cada paso es un sueño, cada sueño es un paso,
y entre un paso y un sueño hay poca diferencia:
el sueño es la esperanza que teje la inocencia,
el paso es la inocencia en busca de su ocaso.

El sueño nace al borde de un alma en cautiverio
el paso nace al filo de un sueño en desbandada.
Detrás de un sueño, nunca descubriremos nada.
Detrás de un paso, siempre, nos llama el cementerio.

Y aunque a veces un sueño se convierta en poema
o nos llegue en un paso la esperanza suprema,
seguiremos libando, cual abeja en su rosa.

Porque todo es posible mientras siga la vida
añorando una meta que no da por perdida
y aguardando que al alba alguien la llame hermosa.


IV

Y llegarás un día, cuando el tiempo no cuente ,
cuando ya no te busque por las lomas del sueño
cuando triste y vencido, lo que ayer fuera empeño,
se refugie en la tierra como humilde simiente.

Dejarás en mis manos un dolor floreciente,
como un ramo de luna que no tuviera dueño
y sabré que es la hora por tu aroma marceño
y esa estela de fuego que te irisa  la frente.

Como una rosa exacta que abriera a la mañana,
te aguardará  impaciente detrás de su ventana
un corazón que aún tiene capacidad de asombro.

Será el último acorde para esa melodía
que aún tiene por su sangre calor de mediodía
y lleva entre sus notas la Libertad al hombro.